Adaptación y acostumbramiento:
Al principio:
• Notará una sensación de ocupación o cuerpo extraño que, normalmente, desaparecen en unas semanas al acostumbrarse a él.
• Le aumentará la producción de saliva, aunque se irá normalizando poco a poco.
• Le cambiará un poco el habla, pudiendo existir problemas fonéticos para pronunciar algunos sonidos, por lo que probablemente necesitará un entrenamiento para vocalizar ciertas palabras. Habitualmente se consigue en unas pocas semanas.
• Puede notar dolorimiento o algunas molestias donde se apoya el aparato. Si aumentan o no ceden al cabo de 4 o 5 días, o si se le forman heridas, debe acudir a la consulta.
Colocación y desinserción:
• Los aparatos de ortodoncia removible deben colocarse dentro de la boca con los dedos, en su sitio y siempre mojados. Nunca los introduzca y muerda sobre ellos sin estar situados debidamente, porque puede fracturarlos o producirse heridas en las encías.
• Retírelos también con los dedos, procurando traccionar a la vez de los dos lados, ya que si los desnivela al desinsertarlos puede causarse heridas en las encías.
• Tras retirarlos, también con los dedos, lávelos y deposítelos en su caja. No los envuelva en una servilleta, porque puede tirarlos descuidadamente al cubo de la basura.
Cuidados y conservación:
• No deje el aparato nunca cerca de una fuente de calor, porque puede deformarse.
• No deje el aparato al alcance de los perros (si los tiene) ya que despiden un olor que es altamente atractivo para ellos y los pueden destrozar.
• Debe usar el aparato con la frecuencia que recomiende su odontólogo ya que, si pasa mucho tiempo fuera de la boca, puede costar adaptarlos de nuevo.
Higiene:
Los aparatos deben limpiarse todos los días, en todas sus partes con un cepillo de uñas, agua fría y jabón. Ocasionalmente pueden utilizarse soluciones que ayudan a mantenerlos limpios y a evitar olores desagradables.
Revisiones e incidencias:
• Es muy importante que cumpla el plan de revisiones que le ha recomendado el dentista.
• Sin control, los aparatos removibles pueden producir un efecto contrario al que se desea, o desproporcionado, lo que constituye un castigo para las raíces de sus dientes, que pueden sufrir reabsorción con el paso del tiempo.
• En caso de rotura del aparato, o de heridas con su uso, debe acudir inmediatamente al  dentista para proceder a las correcciones necesarias o encargarle las reparaciones convenientes.